100 Personajes by Tita

Nombre completo: Erika de la Vega.

Profesión: (en proceso de reinvención).

Si conocieras a Dios, ¿qué te gustaría que te dijera? Quiero pensar que ya lo conozco, que no lo he visto, pero lo he escuchado y sentido cerca. Me da un alivio pensar que Dios y yo nos conocemos desde que nací.

¿Qué le dirías ahora, a Erika de 15 años? Le diría que no pierda el tiempo en relaciones que no la hacen feliz. Que tenga más novios de los que tuvo. Que viaje más y lo más lejos posible, que esas experiencias me harán una persona con más capacidad de apreciar lo que tiene. Que no todo es trabajo. Que las mechas tan amarillas no le quedan bien. Lee más. Estás flaca, no tienes barriga, todo está en tu cabeza.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje de hacer “En defensa propia”? Que no soy la única que se maltrata. Que somos muy duras con nosotras mismas. Que todas estamos en una búsqueda de encontrarle sentido y propósito a la vida. Que el éxito cambia de forma con el pasar de los años. Que llevar acabo una idea marca la diferencia. La búsqueda de la perfección es un gran enemigo. Y el más importante, que tengo un poquito de cada una de las mujeres que he entrevistadas.

3 tips De Erika de la Vega para reinventarse (Pregunta robada del podcast): Creo que he escuchado antes esa pregunta: • Ser curiosa y mantenerte curiosa con la vida. Eso hará que tu búsqueda sea distinta y auténtica. • Retarte y decir SI cuando sientas miedo del compromiso que estás asumiendo. • Creer en ti e insistir y apostar a ti. • (Bonus) Canta, eso espanta el miedo.

Algo que nadie cuente sobre ser mamá: Nadie cuenta que por los próximos 15 años de tu vida, tiene que levantarte a hacer la lonchera y llevar a tu hijo al colegio. Y que a partir de que tu hijo nazca, ningún plan va a salir cómo tu quieres.

¿Algo que extrañes? LA RADIO (ya va que se me está saliendo una lagrima).

¿Cuál es el mayor aprendizaje que te dejó tu abuela Elena? (Ya que se me salió otra lágrima) Yo siento que mi abuela me enseñó a ver a la gente más allá de lo físico, me enseñó a sentirla, a oler sus intenciones y descifrar emociones.

¿Qué has aprendido de ti misma en esta cuarentena? Aprendí a disfrutarme. A no dejarme llevar por la desidia y a comprobar que mientras más activa esté, mejor me siento.

¿Qué has aprendido de tu hijo Matías? Que nunca será lo que yo quiero que el sea. Eso está fuera de mi control.

El mejor consejo que te han dado: Una vez me tocó presentar un evento con Oscar Yánez delante de un grupo pequeño de personas y eso me pone más nerviosa que presentarme frente un grupo grande de gente. Cuando me vió que no podía con los nervios me dijo: “Mija, quédese tranquila. Échese un palo de ron, diga dos groserías y salga al escenario”. No hago lo del ron ya, pero las groserías las mantengo.

El momento más difícil de tu vida: Irme de Venezuela y darme cuenta unos años después viviendo afuera, que nada iba a ser igual que antes, ni siquiera yo. Y la perdida de mi abuela el año pasado. Me sentí sola, era mi gran compañera de vida.

¿A quiénes admira Erika de la Vega? Yo admiro a la gente que hace cosas que yo no se hacer. Desde los que sacan cálculos matemáticos mentalmente sin usar los dedos, hasta la gente que es paciente y sabe esperar, a las que comen y no engordan. Admiro más los valores de la gente como la autenticidad, el sentido del humor, la perseverancia.

¿Te arrepientes de algo? Me arrepiento por no haberme escuchado a mi misma por un tiempo. Creo que pude rescatarme antes de ahogarme en una sopa de letras donde solo se formaban frases negativas. Pero quiero pensar que lo hice a tiempo.

Un sueño por cumplir: Llevar a Matías a que conozca el Salto ángel en persona.

Un miedo: Dejar de creer en mi.

Una palabra: Perspectiva.

Te voy a dejar otra palabra para bajarle la intensidad a mis respuestas: “guachafita”.

Una canción: “En cuatro” de Los Amigos Invisibles. Es inevitable, esa canción me pone feliz.

Si tuvieras un súper poder cuál sería: Poder descifrar la tecnología sin tener que ver tutoriales.

Un consejo para la nueva generación: Prepárense y no pierdan el tiempo, porque les va a tocar salvar al mundo, y estamos contando con ustedes.

Un aroma: El aroma del café tempranito en la mañana, ese es el aroma de la esperanza.

Una comida: Cualquier cosa con gluten, porque esta extravagancia de ser intolerante a él, me tiene un poco triste.

Un recuerdo: Mis días de cuando tocaba guitarra y cantaba “Ojalá” de Silvio Rodríguez.

Una frase de tu autoría: Si uno es lo que hace, y no haces lo que eres, entonces ¿quién eres?

Venezuela para Erika de la Vega es… Una madre que me dio todo su amor, me alimentó, me crió, me abrazó, me enseñó y me preparó para lo que soy hoy. Dile que la extraño. Mucho. Ella lo sabe, pero igual dile.